10 Y sucederá que incluso los más valientes, cuyo corazón es como
corazón de león, perderán el ánimo, porque todo Israel sabe que tu padre es
esforzado y que son valerosos los que están con él.
11 Por eso te aconsejo que reúnas en torno a ti a todo Israel,
desde
Dan hasta Berseba, como la arena que hay en la orilla del mar, y
tú
marcharás en persona en medio de ellos.
12 Nos acercaremos a él en cualquier lugar en que se encuentre,
caeremos sobre él como cae el rocío sobre la tierra y no dejaremos con vida
ni a él ni a uno solo de los hombres que le acompañan.
13 Si se recoge a una ciudad, todo Israel llevará cuerdas y la
arrastraremos hasta el torrente, de modo que no se pueda hallar en ella ni un
pedrusco.»
14 Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: «El consejo de
Jusay el arquita es mejor que el consejo de Ajitófel.» Es que Yahveh había
decidido frustrar el consejo de Ajitófel - que era bueno - para traer Yahveh
la ruina sobre Absalón.
15 Después Jusay dijo a los sacerdotes Sadoq y Abiatar: «Esto ha
aconsejado Ajitófel a Absalón y a los ancianos de Israel; y esto y esto he
aconsejado yo.